El Presidente tecnológico

Se había venido insistiendo en que por fin se cierra un círculo: en EEUU se ha optado por la ruptura, y pensar en el 11-S como acelerador del derrumbe ideológico del conservadurismo como concepción dominante del mundo es, a la vez de cuestión sensible, algo realista. El hito sólo podrá calibrarse analíticamente con el transcurso del tiempo, pero me atrevería a asegurar que la contenida revolución democrática que se ha suscitado, en un país con una cultura política tradicionalmente abstencionista, ha sido la mayor respuesta serena y colectiva de una sociedad en al menos, medio siglo. Comienza el futuro, y un nuevo amanecer.

A la par que John McCain combatía y caía prisionero de guerra en Vietnam, emergía un movimiento social contracultural de grandísimo calado para el devenir de Occidente. Obama es, en parte, heredero intelectual de todo el poso de valores y de aquel terremoto de rebeldía pacifista, ecologista y feminista. Ahora existe la posibilidad cierta de que algunos sueños de aquella generación cristalicen en la cesión del poder a una nueva, y en un cambio de paradigma debido, a su vez, a lo que representa el hecho de que el Presidente in pectore es también la culminación simbólica de un largo proceso de integración racial, en clave cosmopolita, en la república moderna más grande de la Historia. Se cierra una etapa vergonzosa más, depués del genocidio indio.

John Fiztgerald Kennedy se había servido magistralmente del medio televisivo (en su etapa de expansión) para conformar su liderazgo y, la experiencia que nos deja el fenómeno Obama es que el futuro de las campañas electorales, y de la Política, pasa indefectiblemente por explorar y explotar las posibilidades que internet y el teléfono móvil brindan para movilizar a las masas, revitalizando así las democracias participativas. Él éxito de este aprovechamiento es incuestionable.

Se ha dicho de Obama que será el primer Presidente poeta. Creo que la retórica evocadora y grandilocuente (que remite constantemente a una visión épica del sueño americano) de sus discursos ha sido un buen medio para inspirar a una sociedad que parecía adormecida, pero sobre todo, creo que es el pionero, genuino y en adelante, prototípico presidente de la globalización del SXXI y por ende, el primer Presidente tecnológico. Resulta paradójico pero, ahora ya si, anecdótico que sea negro. Things happens, las cosas ocurren.